Cancerberos.coach

Ansiedad. El sentimiento que a todos nos ha invadido en estas últimas semanas. Por lo menos en Perú, el gobierno (el de Vizcarra) autorizó la vuelta a las actividades deportivas en octubre. Muchos colegas optaron por rápidamente buscar retomar estas actividades, invadiendo parques, espacios como la playa, etc. La necesidad de volver al trabajo presencial definitivamente es todo un reto, pues, la pandemia no se ha ido, seguimos en una situación de emergencia sanitaria.

Mis padres me enseñaron a ser resiliente de muchas formas, algunas desde la fe, otras a través de la paciencia y la comprensión de ir por lo seguro y aunque muchas veces no les hice caso, en estos días ha sido crucial esa resiliencia para saber como actuar.

Resiliencia. Una palabra rara para muchos. Para mi, trato de llevarla siempre presente en cada movimiento que doy. Hoy por hoy, en estos meses ha sido la religión para muchos y sobre todo para mi. La resiliencia es la capacidad de permanecer calmado ante la adversidad, pero al mismo tiempo te permite actuar de manera eficaz y llevar a cabo lo que quieres hacer. Han sido meses de aprendizaje en lo virtual, y hemos sacado conclusiones inimaginables. La experiencia ha sido tremenda el descubrir haciendo y motivando a que nuestros porteros se mantengan en entrenamiento, en forma, acompañados por sus padres y respondan académicamente bien para mantenerse estables. Había que tenerlos motivados, optamos por lo intrínseco y luchamos porque nuestros sponsors nos apoyen y se sumen a este trabajo de mantener a nuestros arqueros en competencia a distancia, sacando lo mejor de cada uno, siendo más responsables, comprometidos y dando siempre el máximo esfuerzo, sintiendo que cada cosa que realizan tiene una razón de ser.

Planificación del retorno. No estaba en nuestros planes volver aún a la cancha o al presencial. Debo confesar que fue un mensaje de whatsapp el que nos sorprendió. Un padre de familia buscaba que su hijo deje la playstation y retome el deporte. Necesitaba motivación y la academia a la cual acudía no contaba con personal para atenderlo. Fue una casualidad que se anime a comunicarse, pero fue la llamada que nos apuró al retorno.

La semana pasada, corrimos con los protocolos, compra de implementos para ello. Usamos un atomizador grande que permita cubrir la mayor cantidad posible de una disparo. Antes de ingresar a cancha o de recibir a los porteros nos desinfectamos, acomodamos la mascarilla adecuada de tela (no kn95 o quirúrgica), una de tela anti fluidos. Procedemos a desinfectar todo el equipo a usarse y una vez que llega el portero se le brinda alcohol en gel para las manos y se le aplica una roseada de alcohol con mucho cuidado en las partes descubiertas. El uso de mascarilla mientras el trabajo se realice sea ligero será obligatorio. Si el trabajo requiere un esfuerzo físico moderado o intenso, la mascarilla puede dejarse de lado pero manteniendo una distancia mayor por prevención.

Los momentos de hidratación son claves, se realiza el protocolo preventivo, es decir cada portero deberá contar con su toalla para secarse el sudor y luego ingerir líquido.

Hemos iniciado con entrenamientos en parejas, manteniendo siempre la distancia necesaria en cada trabajo. Acondicionando circuitos o estaciones de trabajo separados para que ambos puedan trabajar al mismo tiempo. Algunos trabajos se realizan uno detrás de otro ya que requieren ejecución de una acción. Las correcciones se realizan evitando en todo momento tocar o acercarse al portero. Tratamos de hacerlo mediante el método de espejo o de imitación de movimientos paso a paso en caso haya alguna corrección técnica.

Alegría. Volver a las canchas ha sido una bendición. Muchos colegas están buscando volver, la necesidad se entiende, yo también la tengo, pero si somos consientes los niños y los jóvenes necesitan que tu necesidad la conviertas en responsabilidad para con ellos, que pienses en cada uno de tus alumnos primero, que no descuides la seguridad.

Estamos cada día más cerca del retorno con nuestros cancerberos habituales pues estamos convencidos que habrá diferencia entre aquellos que no estuvieron entrenando y aquellos que si se mantuvieron por la vía virtual. Nuestro objetivo con los primeros será que puedan finalizar el año físicamente mejor adaptados y que aquellos que vuelvan al entrenamiento virtual demuestren que el tiempo de readaptación será menor. Ahí habremos de sentirnos contentos que el trabajo de estos meses fue exitoso.

Quedará en el recuerdo que sobrevivimos y volvimos.

admin
diciembre 3, 2020

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